La exfoliación puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel que pueden acumularse más durante el invierno debido a la sequedad incrementada. Sin embargo, es importante no exfoliar en exceso, ya que esto puede irritar la piel y empeorar el acné. Elige exfoliantes suaves y realiza este paso no más de una o dos veces por semana.
Siguiendo estos consejos, puedes ayudar a tu piel a combatir los efectos adversos del frío invierno, manteniéndola sana, hidratada y libre de brotes de acné. Estos ajustes en tu rutina de cuidado de la piel garantizarán que incluso en los meses más fríos, tu piel pueda seguir luciendo su mejor versión.